Si dices una palabra más,
me moriré de tu voz,
que ya me está hincando el pecho,
que puede traspasarme el pecho
como una aguda, larga, exquisita espada.
me moriré de tu voz,
que ya me está hincando el pecho,
que puede traspasarme el pecho
como una aguda, larga, exquisita espada.
Si dices una palabra más
con esa voz tuya, de acero, de filo y de muerte;
con esa voz que es como una cosa tangible
que yo podría acariciar, estrujar, morder;
si dices una palabra más
con esa voz que me pones de punta en el pecho,
yo caería atravesada, muerta
por una espada invisible,
dueña del camino más recto a mi corazón.
con esa voz tuya, de acero, de filo y de muerte;
con esa voz que es como una cosa tangible
que yo podría acariciar, estrujar, morder;
si dices una palabra más
con esa voz que me pones de punta en el pecho,
yo caería atravesada, muerta
por una espada invisible,
dueña del camino más recto a mi corazón.
Dulce María Loynaz
8 comentarios:
No la conozco, pero me ha gustado esa palabra de más...
Te esperamos José Manuel.
Un abrazo
No la conozco, pero me ha gustado esa palabra de más...
Te esperamos José Manuel.
Un abrazo
Esta loco blogger, además de ir lento, mira como ha triplicado...
O lo he hecho yo...pero va muy lento, no se que pasa.
La vida o la muerte dependiendo del azúcar o el acero de la palabra.
Me encanta la poeta.
Abrazos
Qué belleza.
Me encantó.
Un abrazo enorme.
Hermoso, las palabras llegan al fondo de nuestro corazón.
Saludos.
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