La poesía cruza la
tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.
Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.
Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.
Eugenio Montejo
3 comentarios:
Entregue, lo que entregue,la poesía siempre nos hace vibrar...es todo lo que dice el poema,sobre todo, nos hace vibrar, a quien la le y a que la alumbra.No conocía a este poeta, pero me gusta como edita los sentimientos.Gracias por compartir
Feliz miercoles Jose Manuel.
Algo cuyo peso es ligero pero profundo, tanto que nos hace soñar dormidos y despiertos.
Bonita poesía.
Besos.
Sera por eso que a veces de algo simple nos brotan palabras que hilvanadas suman un poema...?
Un saludo.
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