cuando la próxima vez baje del tren en esta estación
hermana mía no veré tus ojos
tus puros ojos negros,
ni tampoco el resplandor fuera del portón,
las piedras, los árboles, las ventanas,
el rostro de la gente
todo se apagará
tus ojos se habrán llevado bajo tierra la luz de la ciudad
hace tiempo que ya se habrán consumido en el cementerio.
Lo sé, de sobra lo sé
lo sé
no sé nada,
tal vez yo mucho antes
ya no bajaré de ningún tren en ninguna estación
no sé
a quién de nosotros le toca hermana mía
si al cáncer tuyo
si al infarto mío
no sé no sé
sin embargo me parece
que en esta estación al bajar del tren...
Hermana mía perdóname la cobardía
de vivir
un solo día más que tú.
Nazim Hikmet
29 de julio de 1959
4 comentarios:
Qué poema tan duro.
El hombre y su codicia por la vida. Su morir queriendo estar y ser. Su no acostumbrarse ni en un millón de vidas a una sola muerte...
No conocía al poeta. Gracias por presentármelo
Abrazos
Un poema existencial ,sin eufemismos, el miedo a morir , el temor al la disolución del yo.Tomo nota del poeta.Siempre me abres las puertas a la obra de poetas que desconocía.Un abrazo.
Estremecedor
desgarrador,
un saludo
Sobrecogedor,y así es ese sentimiento de culpa por vivir un sólo día más que ellos (los nuestros).
Un abrazo
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