Ausencia llamaré
al murmullo del mar sobre tu cuerpo,
al cielo gris,
a la golondrina que busca tu pecho cada tarde,
a tu silencio cansado de morir
en las esquinas del mundo.
Ausencia llamaré
a las manos de tu voz quebrando el aire
en busca de las alas de mi voz que a ti te llaman.
Ausencia llamaré
a tus labios que rozan los cristales del tiempo
para clavar en mis ojos melodías de sangre.
al murmullo del mar sobre tu cuerpo,
al cielo gris,
a la golondrina que busca tu pecho cada tarde,
a tu silencio cansado de morir
en las esquinas del mundo.
Ausencia llamaré
a las manos de tu voz quebrando el aire
en busca de las alas de mi voz que a ti te llaman.
Ausencia llamaré
a tus labios que rozan los cristales del tiempo
para clavar en mis ojos melodías de sangre.
ANTONIO JOSÉ MIALDEA
6 comentarios:
Cada cual bautiza a sus ausencias.
Hay tanto dolor para elegir.
Abrazos
No hay ausencia sin nombre/s y ésta que aquí nos presentas tan hermosa,dolorosa y tierna a la vez,lo lleva seguro a buen recaudo.
Besos.
Como siempre la ausencia duele. Gracias por compartir
Abrazo
Las ausencias siempre son dolorosas, pero como yo digo en verso todo queda hermoso, hasta lo feo.Un abrazo con mis mejores deseos.Bss
"Las manos de tu voz quebrando el aire...en busca de las alas de mi voz que a ti te llaman"
Me ha encantado el poema,las metáforas son preciosas y exquisitas.
No conocía a este poeta.
Mi gratitud y mi abrazo grande,José Manuel.
M.Jesús
Gracias por vuestros comentarios y a José Manuel por proponer uno de mis poemas.
Antonio J. Mialdea
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