Un recuerdo en el 75º aniversario de su muerte.
Soñé la muerte y era muy sencillo:
Una hebra de seda me envolvía,
y a cada beso tuyo
con una vuelta menos me ceñía.
Y cada beso tuyo
era un día.
Y el tiempo que mediaba entre dos besos
una noche. La muerte es muy sencilla.
Una hebra de seda me envolvía,
y a cada beso tuyo
con una vuelta menos me ceñía.
Y cada beso tuyo
era un día.
Y el tiempo que mediaba entre dos besos
una noche. La muerte es muy sencilla.
Y poco a poco fue desenvolviéndose
la hebra fatal. Ya no la retenía
sino por un sólo cabo entre los dedos...
Cuando de pronto te pusiste fría,
y ya no me besaste...
Y solté el cabo, y se me fue la vida.
la hebra fatal. Ya no la retenía
sino por un sólo cabo entre los dedos...
Cuando de pronto te pusiste fría,
y ya no me besaste...
Y solté el cabo, y se me fue la vida.
Lepoldo Lugones
8 comentarios:
Un escritor particular, un gran poema.
Abrazos.
Un poema precioso, José Manuel.
No lo conocía.
Gracias por compartirlo.
Un besote.
Qué belleza de versos
tan intensos
y con el contenido
emotivo y crepuscular
que los vuelve eternos.
Soltar el hilo de vida de quién a la vida nos unía.
No conocía el poema
Abrazos
Es precioso ese ir deshilandose en sus sencillos brazos.
No lo conocía,pero me ha encantado.
Besos.
Que bello este poema Manuel, me ha encantado, gracias por compartir esta alhaja.Besos de buenas noches Manuel.
Hola José Manuel, no se puede hablar más bonito sobre la muerte, aquí se siente tanto amor que ni si quiera la muerte importa después de haber sentido así. Un poema precioso de un autor desconocido para mi (como tantos…) gracias por compartir. Un abrazo.
No tenía el gusto de conocer este poeta, desde luego me ha estremecido.
Un saludo
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