Al amor llegué con un grito de seda
y puse las dos mejillas,
el cuerpo y la conciencia.
Nada quedó de mí,
ni siquiera una carta,
ni siquiera un espejo en donde reconocerme.
Mas aprendí a pasar
por el ojo de la aguja,
es decir a perdonar sinceramente.
A dejar la piel en el alambre,
a dolerme desde los pies
a la cabeza.
Lo perdí todo.
Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.
y puse las dos mejillas,
el cuerpo y la conciencia.
Nada quedó de mí,
ni siquiera una carta,
ni siquiera un espejo en donde reconocerme.
Mas aprendí a pasar
por el ojo de la aguja,
es decir a perdonar sinceramente.
A dejar la piel en el alambre,
a dolerme desde los pies
a la cabeza.
Lo perdí todo.
Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.
Mia Gallegos
8 comentarios:
Me encanta este poema y ella, la poeta.
Abrazos y dulces
Qué preciosidad.
Me ha encantado esa especie de poner la otra mejilla con la certeza de que lo bueno,heredará...
Besos.
Pues que bonita entrada, tan cálida y llena de vida, de generosidad y dulzura, se ve la poesía dentro de ti como los sentimientos en tu corazón. Me ha encantado. Un abrazo.
Que hermoso poema Manuel, que bello..., con una bofetada de ternura se va a todas partes.Gracias Manuel por tu visita, a pesar del poco tiempo que tengo ahora para visitaros, agradezco aún más vuestras visitas,estaba deseando de que llegara el sábado para hacerlo.Recibe un fuerte abrazo.Besos mil.
No hay duda que no hay mayor redención del corazón que la ternura ,la única que nos ayudará a... pasar por el ojo de la aguja del perdón y del dolor...Sabia elección , Juan manuel .Aleccionador y vital poema.Un abrazo.
Precioso poema
y magnífica poetisa,
un abrazo
Un poema,que me había perdido y recupero...Me gusta esa filosofía,que se rinde ante el amor y la dulzura con la certeza de que va por el camino de la luz...
Mi gratitud y mi abrazo grande,José Manuel.
M.Jesús
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