No le consientas tanto, que acostumbras
mal a mi corazón. Exige, hiere.
Niégale a mi pregunta lo que inquiere,
si pide luz, mantenla en las penumbras
del amor. Cuanto más lo alzas y encumbras
más insaciable está. Mi amor prefiere
luchar por la respuesta, y que él espere
impaciente la luz con que me alumbras.
No le perdones nada a mi descuido
que me duele ser siempre la deudora
de tanto amor, y tal renunciamiento.
Dame que perdonar. Yo te lo pido.
Hiere mi corazón, hiérele ahora
para que perdonando esté contento.
mal a mi corazón. Exige, hiere.
Niégale a mi pregunta lo que inquiere,
si pide luz, mantenla en las penumbras
del amor. Cuanto más lo alzas y encumbras
más insaciable está. Mi amor prefiere
luchar por la respuesta, y que él espere
impaciente la luz con que me alumbras.
No le perdones nada a mi descuido
que me duele ser siempre la deudora
de tanto amor, y tal renunciamiento.
Dame que perdonar. Yo te lo pido.
Hiere mi corazón, hiérele ahora
para que perdonando esté contento.
Pilar Paz Pasamar
5 comentarios:
Es pura contradicción este poema,casi diría que un algo masoquista con ese ansia de sentirse herido a la vez que reconfortado.
No por ello deja de ser bonita la forma de expresarlo.
Besos.
Vaya día de sorpresas, ¡No tienes un blog bueno, sino dos!
En cuanto al poema...bueno...parece escrito por una mente enferma, por alguien con deseos de autodestrucción...
Lo dicho en tu otro blog, más peronal, te enlazo este también.
Buscar el dolor
el tormento
para sentir mas amor,
es para reflexionar.
Feliz fin de semana
Ahíta de dolor físico, no puedo entender el dolor sentimental.
Acaso mañana?...
Abrazos
Dolor y amor en amalgamada dualidad.Herir para amar una y mil veces más....Versos paradójicos para reflexionar.Tomo nota.Un abrazo.
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