Ausencia llamaré
al murmullo del mar sobre tu cuerpo,
al cielo gris,
a la golondrina que busca tu pecho cada tarde,
a tu silencio cansado de morir
en las esquinas del mundo.
Ausencia llamaré
a las manos de tu voz quebrando el aire
en busca de las alas de mi voz que a ti te llaman.
Ausencia llamaré
a tus labios que rozan los cristales del tiempo
para clavar en mis ojos melodías de sangre.
al murmullo del mar sobre tu cuerpo,
al cielo gris,
a la golondrina que busca tu pecho cada tarde,
a tu silencio cansado de morir
en las esquinas del mundo.
Ausencia llamaré
a las manos de tu voz quebrando el aire
en busca de las alas de mi voz que a ti te llaman.
Ausencia llamaré
a tus labios que rozan los cristales del tiempo
para clavar en mis ojos melodías de sangre.
Antonio José Mialdea
4 comentarios:
A todo lo que nos rodea y nos pesa. A todo lo que nos duele y extrañamos. Ausencia...
Abrazos
Eso es ausencia,sí, sin duda alguna.
Me ha encantado.
Besos.
En estos versos
la ausencia
rasgando el aire.
Precioso
Besos
Melancolía mágica
en estos versos
que desconocía,
un abrazo
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