cómo será así extraño,
cuando tú ya no estés,
la catedral del día,
el claustro que condensa la gran edad de la luz
y el carácter de las tormentas.
Amor mío, amor mío, tú sin día para ti,
enjambrado entre espejos y entre las cosas malas,
muerta la plata trascendental
y las ya antiguas anémonas de égloga,
muerta esta versión, que ahora oscuro, y declino, para leerla, más joven.
Amor mío de nunca, afiebrado y pacífico,
versos para el pequeño pulpo de la muerte,
versos para la muerte rara que hace la travesía de los teléfonos,
para mi mente debelada versos, para el circuito del violín,
para el circuito de la garza,
para el confín del sur, del sueño,
versos que no me asilen ni sean causa de vida,
que no me den la dulce serpiente umbilical
ni la sala glucosa del útero.
Blanca Andreu
4 comentarios:
Conocía a la poeta pero no así el poema.
Es un poema tan hermoso como difícil.
Abrazos
El enrevesado mundo del poema en todo su esplendor, donde el significado se puede interpretar de mil maneras distintas.
Yo he creído ver una frustrante soledad, un doloroso desalojo del amor en medio del mundanal ruido.
Besos.
Un poema muy hermoso. Gracias por compartir Jose Manuel.Buen finde.
Blanca Andreu es una de mis poetisas más admiradas . Me encanta su neosurrealismo , plagado de críticas metáforas.Leyendo sus versos no he dejado de pensar en Juan Benet..tal vez su ausencia le inspiró tan bellos versos.Un abrazo.
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