Cómeme y, con mi cuerpo en tu boca,
hazte mucho más grande
o infinitamente más pequeña.
Envuélveme en tu pecho.
Bésame.
Pero nunca me digas la verdad.
Nunca me digas: «Estoy muerta.
no abrazas más que un sueño»
hazte mucho más grande
o infinitamente más pequeña.
Envuélveme en tu pecho.
Bésame.
Pero nunca me digas la verdad.
Nunca me digas: «Estoy muerta.
no abrazas más que un sueño»
Luis Alberto de Cuenca
4 comentarios:
Maravillosa ausencia
que tanta poesía provoca.
El dolor hasta en el sueño.
Me encanta el poema
Abrazos
Contundente siempre L.A. de Cuenca, clama en el desierto, aún sabiendo la respuesta.
Besos.
Un abrazo terminando
febrero y esperando
nuevos versos.
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